Ponerse en forma y mantenerse en forma juega un papel más importante en la salud y la supervivencia de lo que muchos creen. Hallazgos recientes sugieren que tener sobrepeso y tener un tamaño corporal más grande no siempre conlleva los riesgos que las personas asumen, siempre y cuando haya suficiente actividad aeróbica para mantener fuerte el sistema cardiovascular.
Al observar datos anteriores, los investigadores notaron que las personas que pesaban más pero mantenían altos niveles de condición física tenían menos probabilidades de morir prematuramente que las personas delgadas que rara vez hacían ejercicio.
El peso no indica verdaderos riesgos para la salud
El peso por sí solo no da una idea completa. Una persona con un índice de masa corporal (IMC) normal pero con poca resistencia puede enfrentar riesgos de mortalidad similares o mayores que alguien que realiza una actividad física moderada más vigorosa pero regular.
Esta perspectiva cambia el enfoque del número en la escala al acondicionamiento aeróbico subyacente. Esta opinión la refuerza el autor principal del estudio, Siddhartha Angadi, fisiólogo del ejercicio de la Universidad de Virginia.
«Esto nos dice que, considerando todo, es más importante centrarse en el aspecto físico de la salud y la longevidad que en el aspecto de la obesidad», afirmó Angadi.
Entre las personas con sobrepeso, las que lograron mantenerse activas tenían la mitad de probabilidades de morir jóvenes que las que eran delgadas pero no estaban en forma.
Los expertos explican que el ejercicio aeróbico regular, incluso en dosis moderadas, fortalece el corazón, los pulmones y los músculos, neutralizando algunos de los riesgos normalmente asociados al aumento de peso.
Las personas en forma, pero con mayor peso, viven más tiempo
Los investigadores combinaron datos de múltiples fuentes para ver cómo el tamaño corporal y la condición física se relacionan con la muerte prematura. Utilizando pruebas de estrés y mediciones directas del IMC, rastrearon quiénes murieron y compararon las tasas entre diferentes grupos.
Surgió un patrón importante: las personas delgadas pero inactivas tenían una mayor probabilidad de morir prematuramente que las personas más pesadas que hacían ejercicio constante.
Los paseos cortos marcan la diferencia
Aumentar la capacidad aeróbica no requiere ejercicio excesivo. Los investigadores señalan que una caminata rápida por el vecindario o en la cinta de correr es suficiente para que una persona pase a una categoría más segura si anteriormente estaba inactiva.
Caminar a un ritmo que permita hablar pero no cantar a menudo se caracteriza como moderado. Este sencillo enfoque reduce la probabilidad de muerte prematura al mejorar la función cardíaca, controlar el azúcar en sangre y ayudar al cuerpo a responder mejor al estrés diario.
El fitness es un mejor indicador de salud que el peso
El índice de masa corporal puede indicar categorías generales de peso, pero no arroja luz sobre qué tan fuerte o capaz aeróbicamente es una persona.
Según un informe del Programa de Prevención de la Diabetes, el simple hecho de estar activo puede reducir la probabilidad de desarrollar problemas de salud graves como diabetes en un 58% entre las personas en riesgo, independientemente de si alcanzan un determinado objetivo de peso.
Esta estrategia puede ser más motivadora que apuntar a un número específico en la báscula, ya que el aumento de fuerza y forma física suele ser más rápido que la pérdida de peso.
La actividad regular es mejor que hacer dieta.
Los expertos dicen que mantener un nivel básico de acondicionamiento aeróbico puede mantener bajo control los riesgos para la salud, incluso para personas clasificadas como con sobrepeso u obesidad. La actividad física regular respalda funciones corporales esenciales que la dieta por sí sola no puede abordar por completo.
Si bien algunas personas pueden optar por perder peso por conveniencia u otras razones, desarrollar suficiente resistencia para salir del nivel más bajo de condición física puede proteger contra muchos problemas de salud relacionados con la edad.
Tu nivel de condición física puede ayudarte a tomar mejores decisiones
Las pruebas de resistencia proporcionan una forma práctica de ver dónde se encuentra una persona en términos de aptitud aeróbica. Una visita rápida al médico o al laboratorio de medicina deportiva puede revelar qué tan bien el cuerpo maneja las pruebas de esfuerzo.
Al comprender estos números, las personas pueden ajustar sus rutinas de ejercicio para obtener los mayores beneficios en el menor tiempo.
Una vez que una persona se encuentra en una zona segura de fitness, la preocupación por tener un poco más de peso se vuelve menos importante en términos de supervivencia.
Centrarse en el fitness en lugar del peso
Según los investigadores, una mayor capacidad aeróbica proporciona una fuerte protección contra problemas como las enfermedades cardiovasculares y la muerte prematura.
Las actividades breves y moderadas, como la jardinería activa, pasear al perro o usar las escaleras, ayudan a aumentar esta capacidad. Con el tiempo, esto puede conducir a una mejor salud del corazón que las dietas centradas únicamente en reducir calorías.
Publicado en la revista Investigación. Revista británica de medicina deportiva.
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